En el contexto político actual, es evidente que tanto el Ejecutivo como el Congreso tienen roles cruciales y urgentes que desempeñar. Mientras que al Ejecutivo le corresponde la tarea ineludible de reactivar la economía, sin importar su bajísima aprobación ciudadana, el Congreso debe evitar seguir en la senda del populismo del gasto irracional y la perforación del modelo económico y la estabilidad fiscal. Aquí es donde entra en juego la importancia del lobbying para influir en decisiones legislativas que mantengan la estabilidad y el crecimiento económico del país.
El lobbying se convierte en una herramienta esencial para asegurar que las decisiones tomadas por el Congreso no socaven las bases del modelo económico que han sostenido el desarrollo del país. En particular, es vital que el llamado Bloque Democrático del Congreso, mayoritariamente de centro-derecha, asuma la responsabilidad de votar en defensa de estas bases, como lo ha hecho en casos extremos. Esto incluye decisiones cruciales como la no convocatoria de una Asamblea Constituyente, la preservación de reglas claras para la disolución del Congreso, y la elección de directores del BCR y miembros del TC.
Lobbying y Responsabilidad Legislativa
Las Comisiones de Economía, Energía y Minas, Producción, Transportes y Comunicaciones, y Defensa del Consumidor son clave para mostrar responsabilidad legislativa a través de iniciativas positivas que fortalezcan el modelo económico. Aquí, el lobbying juega un rol crítico para influir en políticas que promuevan la inversión y el crecimiento sostenible.
Por otro lado, las Comisiones de Trabajo, Descentralización y Pueblos Andinos tienen un rol igual de importante, pero en un sentido negativo, es decir, asegurando que no prosperen intentos desestabilizadores que podrían poner en riesgo la estabilidad fiscal y económica del país. El lobbying es igualmente crucial en estos casos, donde es necesario impedir que proyectos de ley populistas e irracionales avancen.
La Importancia del Lobbying en la Agenda Legislativa
Esta legislatura y la próxima deberían reflejar un alto nivel de responsabilidad, influenciada por un lobbying eficaz y estratégico, que asegure que las políticas y decisiones legislativas mantengan al país en un camino de estabilidad y crecimiento. De lo contrario, el país podría enfrentar un deterioro peligroso de cara a las elecciones de 2026.
El lobbying no es solo una herramienta para las empresas y sectores económicos; es un mecanismo esencial para la preservación del orden democrático y la estabilidad económica en momentos de crisis y decisiones difíciles.