El lobby, los lobbyistas, es una actividad profesional, es una necesidad estratégica, es un insulto hacia los que hacen tráfico de influencias. La realidad es que es impensable llevar un negocio si tú no haces un buen lobby. Un lobby profesional, un lobby transparente, un lobby que use argumentos, que use argumentos técnicos, argumentos legales, argumentos económicos para convencer. De esta manera, el acceso democrático a las autoridades es limpio y competitivo. De eso se trata y por eso es que debemos practicar un lobby profesional.